Reflexión educativa para el aprendizaje
En cierta ocasión, asistiendo a un curso, el profesor comenzó su charla escribiendo en la pizarra las siguientes palabras:
- Cometer errores.
- Copiar.
- Preguntar.
- Divertirse.
En aquel momento los alumnos, un tanto sorprendidos, dudamos de la intención de aquellos enunciados. Una vez acomodados, el profesor comenzó a explicar el significado y el motivo de aquellas palabras.
Cometer errores
Es frecuente encontrarnos en situaciones en las que admitir los errores propios es difícil por temor a las consecuencias: miedo al ridículo, miedo a castigos o represalias, miedo a que nos evalúen negativamente, etc.
Debemos asumir las equivocaciones no como fracasos, sino como etapas del proceso de aprendizaje –una equivocación no se convierte en una falta hasta que te niegas a corregirla–.
Reconocer los errores requiere tomar conciencia de nuestras expectativas, valores, prejuicios y modelos mentales. Es necesario estar en continua alerta, puesto que estos factores determinan nuestros pensamientos y nuestros actos. Una de las mayores barreras del aprendizaje radica en la dificultad de "desaprender" lo aprendido.
Copiar
Desde niños nos han inculcado el estilo de trabajo individual, en lugar del valor del trabajo en grupo. Nuestro trabajo siempre será más eficaz y eficiente si compartimos los conocimientos y experiencias con los demás colaboradores, aprendiendo y mejorando juntos día a día.
La complejidad de los negocios, requiere colaboración, innovación, implicación, comunicación. Nuevos avances tecnológicos, métodos de trabajo, estrategias exitosas... En la época de la globalización de los mercados, el trabajo en equipo, la vigilancia tecnológica y el benchmarking son herramientas básicas de competitividad.
Preguntar
Es preciso estar dispuestos a reconocer nuestra ignorancia y nuestras limitaciones, sabiendo que este es un requisito esencial para desarrollar nuestro potencial intelectual.
Las preguntas:
- Propician un clima de confianza y mejora la relación con nuestros colaboradores.
- Nos ayudan a mantener una actitud abierta y constructiva, con vocación de entender a nuestros interlocutores.
Divertirse
Algunas creencias religiosas, nos ha llevado a considerar el trabajo como un castigo divino. Bajo esta premisa, es difícil que las personas desarrollen todo su potencial en el desempeño de sus funciones.
La motivación debe sustituir a la imposición. En las organizaciones, el trabajo deber ser fuente de satisfacción de las personas, potenciando su autoestima, el espíritu de pertenencia y las oportunidades de autorrealización. Es preciso que las condiciones de trabajo reúnan las cualidades necesarias para entusiasmar a los trabajadores en el "qué hacer" y en el "cómo hacerlo".
Estos valores fueron transmitidos en una clase como anécdota de lo que le había ocurrido a un profesor. Desde entonces, es un hecho cultural que siempre transmite como valor de grupo y que a mí me gustaría trasmitir desde y a Visual MS.